Un día cualquiera, tranquilamente en casa, Ursula Liv escuchó agua correr en su baño. Decidió ir a ver que pasaba. Abrió la puerta y descubrió a su perro Rottweiler dándose una relajante ducha.
Lejos de temer al agua, la perrita Lena parece estar perfectamente debajo de la ducha que mojó su cabello y fluyó como una cascada sobre su cabeza. Como explica su dueña, a Lena le encanta el agua. Parece que no es sorprendente encontrarla en la ducha.
Además, la perra entra regularmente al baño aunque haya alguien en él, siempre y cuando la puerta no está cerrada. Es muy capaz de saltar al agua sin previo aviso.
A continuación, puedes ver a la magnífica Lena tomando una ducha, la más natural del mundo y con un placer no disimulado.