Un gato con agua en el cerebro consiguió sobrevivir
Los pronósticos no eran en absoluto optimistas sobre el futuro del pequeño gato Kevin, pero su nueva mamá creyó en él y... tenía razón.
Tailah es veterinaria. Un día, hace 5 años, una mujer le trajo un gatito de solo 4 semanas que encontró abandonado en un estacionamiento. Después de un exámen, se encontró que el pequeño felino sufría de hidrocefalia, es decir, una presencia de agua en su cerebro que podía afectar su vista, el oído y otras funciones cerebrales y, lamentablemente, su esperanza de vida. Los colegas de la joven eran unánimes, el pequeño gatito no viviría más de 5 meses y ella no debería cogerle demasiado cariño.
Sin embargo, Tailah decidió darle a su pequeño gatito los últimos mejores meses de su vida, facilitándole todo el amor que merecía. Al verle crecer, nunca perdió la esperanza de que sobreviviese. Y de hecho, contra todo pronóstico, Kevin no mostró signos preocupantes y no sufrió ninguna crisis.
A pesar de su enfermedad (Kevin es ahora parcialmente ciego y sordo), se convirtió en un adorable gato muy fuerte, curioso y lleno de vida. Hoy Kevin tiene 5 años y nunca deja de impresionar a Tailah con su alegría por vivir.
"Es muy pequeño para su edad. Lo que más le gusta es jugar en su "cueva", una pequeña casa con un montón de juguetes, y le encanta acurrucarse", dice Tailah. Kevin es la felicidad de todos los que leo conocen. No debe ser fácil estar enfermo y tener esa vitalidad por vivir.
"Estoy muy contenta de haberle dado una oportunidad. Los gatos se merecen lo mejor que les podamos dar", añadió.
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